Ya sé que es mi culpa, pero cuando elegí mi NickName para
Twitter solo trate de pensar en algo que fuese significativo para mí y lo primero
que vino a mi mente fue el haber renunciado al cigarro recientemente (Un gran
logro para esta débil y viciosilla alma, a sus ordenes) Y como resultado
natural de tan superficial deliberación nació mi mote @YaNoFumo1, el uno es
para diferenciarme de algún chistosillo que ya había tenido la misma idea y la uso solo para dar 5 twitts.
¡¡Perro!!
Y así inicie mi discurrir por la máxima aplicación de
microbloging.
Como cualquiera leí, twittie, retwittie, seguí y fui seguido,
pero de repente… Fui contactado.
Parecía increíble que estos extraños, amables y babeantes seres, tan cursis y ensimosos, fuesen
mis congéneres, los mismos que tan hombres, cuando me ven en persona, no hablan
y cuando lo hacen solo es del nuevo
iPhone o de la peda que traen encima o de la chava con la que salieron (En sus
mentes) Ayer ¿Pero qué tal cuando creían
que era mujer? A todo me daban la razón y en todo querían ayudarme, no se trata de balconear a mis amables
followers que son altamente apreciados todos y tampoco digo que todos los que
establecieron comunicación tendrían las mismas sucias-cochinas intenciones, pero lo que al principio parecía
un amistoso saludo, por parte de algunos, una inocente opinión o replica hacia algún
comentario de mi parte , en cuestión de unos cuantos mensajes se convertía en
un tibio asedio para poco a poco irse calentando y tirarle a un franco acoso, y
yo como menso contestando muy amablemente, dando entrada primero y luego
intentando diplomáticamente dar corton, debí darme cuenta cuando hubo quien vía
mensaje directo se ofrecía arreglarme mi
teclado hasta mi domicilio, pero solo pensé que era un buen y ocioso samaritano
¡Ingenuo! Aunque debo decir en mi defensa que yo mismo soy bastante amistoso y
no tengo empacho en dirigirme a hombres o mujeres por igual, luego los mensajes
aumentaron en cantidad y tono, pero ni ahí me di cuenta del porqué, aunque me parecía
demasiado raro. Al final no fue el aventado coqueteo de algún muchacho desde el
otro extremo del país , ni la invitación al cine, por otro que decía ir en una
preparatoria cercana a mi casa, lo que me hizo reaccionar, sino un malentendido
con una chica a la que me atreví a responder un twit que publico y que me pareció
gracioso, pero a ella no tanto mi respuesta , así que me dio el tan temido
Unfollow y me llamo naca, pensé que era un error de tipeo pero el siguiente
twiit me desengaño:
“o naco ¡Lo que seas!”
Y vi la luz … Comprendí su duda al leer mi bio ¡Nada en el aclaraba mi género! Al contrario lo confundía y bien podía ser el macho pelo en pecho, fuente inagotable de testosterona que soy o una delicada damisela encerrada en una torre sin otra compañía que un tierno camaleón y una laptop con Wi-Fi en busca de un moderno príncipe virtual, así que agregue la palabra que cambiara mi actividad y mi experiencia en Twitter para siempre, además de reducir dramáticamente mi interacción con nuevos seguidores , “hombre”.
“o naco ¡Lo que seas!”
Y vi la luz … Comprendí su duda al leer mi bio ¡Nada en el aclaraba mi género! Al contrario lo confundía y bien podía ser el macho pelo en pecho, fuente inagotable de testosterona que soy o una delicada damisela encerrada en una torre sin otra compañía que un tierno camaleón y una laptop con Wi-Fi en busca de un moderno príncipe virtual, así que agregue la palabra que cambiara mi actividad y mi experiencia en Twitter para siempre, además de reducir dramáticamente mi interacción con nuevos seguidores , “hombre”.
¡ Tendré que poner un avatar con mi barba!
No hay comentarios:
Publicar un comentario